Para los que disfrutamos del vino y de todo el mundo que lo rodea, desde la vid hasta la copa, reconocer los defectos que pueden existir en el vino es fundamental, sobre todo el poder identificarlos con facilidad; una botella de vino con un defecto nos puede arruinar una noche o una buena cena con maridaje.
Los defectos se pueden detectar en la vista, el aroma o en el gusto, y a mí me gusta clasificarlos según su causa, porque permite una mayor comprensión y facilita tenerlos en la memoria.